Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
Once duelos. Relatos surge tras experiencias ajenas y propias. Tras años de escritura y duras pérdidas, las historias de este libro fueron escritas con el pasar del tiempo, especialmente antes y durante la pandemia del Covid-19, tomando en cuenta el dolor que aún sigue vigente. Ficción, fábulas, comedia, dramas íntimos, resentimiento, perdón y resiliencia son parte de las fases del duelo que he plasmado en este material. Soy Josué Rey y esta es mi voz intentando sanar.
No quedó más herencia que la genética; entradas en el cabello,
inspiración para escribir literatura y mucha creatividad.
Era suficiente. Se terminó el presupuesto para los taxis,
volví a recorrer los barrios porteños en autobús.
Entendí que una ciudad como Buenos Aires
jamás necesitará de luz tenue para verse hermosa
y que por más que enfrentemos las circunstancias
siempre seremos esclavos del tiempo.
Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
Once duelos. Relatos surge tras experiencias ajenas y propias. Tras años de escritura y duras pérdidas, las historias de este libro fueron escritas con el pasar del tiempo, especialmente antes y durante la pandemia del Covid-19, tomando en cuenta el dolor que aún sigue vigente. Ficción, fábulas, comedia, dramas íntimos, resentimiento, perdón y resiliencia son parte de las fases del duelo que he plasmado en este material. Soy Josué Rey y esta es mi voz intentando sanar.
No quedó más herencia que la genética; entradas en el cabello,
inspiración para escribir literatura y mucha creatividad.
Era suficiente. Se terminó el presupuesto para los taxis,
volví a recorrer los barrios porteños en autobús.
Entendí que una ciudad como Buenos Aires
jamás necesitará de luz tenue para verse hermosa
y que por más que enfrentemos las circunstancias
siempre seremos esclavos del tiempo.