Consultanos por compras fuera de la Argentina y forma de pago a VentasNinaPezEdiciones@gmail.com



    AAYUN nos cuenta nuevas historias. Esta vez, Gabriela —Graciosa Ave Bohemia— nos narra la suya: su novio la prendió fuego. Al mismo tiempo, nos deja ver pequeños retazos de este grupo de mujeres y varones que buscan salvar a las víctimas de la violencia (como son los casos de Mabel y Elsa, en relación a sus trabajos como empleadas en casas de familia). A cada paso, Gabriela nos va contando cómo funciona AAYUN y, a la vez, cómo va mejorando su vida y las de otras víctimas. También conocemos nuevos personajes, cuyas voces nos acercan nuevas historias. 

    A medida que vamos leyendo, este libro nos entusiasma en forma constante con su mensaje: la posibilidad de salir, de ser diferentes y de aislar a las personas violentas.



    (…) quien le dio el poder para hacer lo que hizo 

    fui yo, pero mi familia, mis amigas, mis maestras, mis… todas las mujeres que me rodearon desde el nacimiento colaboraron en ese permiso. No estaba sola cuando bajé la cabeza, no estaba decidiendo desde mi persona, sino desde mi cultura. En AAYUN intentan permanentemente que trabaje con lo sucedido. Hoy estoy triste por permitir lo que permití. 

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    AAYUN nos cuenta nuevas historias. Esta vez, Gabriela —Graciosa Ave Bohemia— nos narra la suya: su novio la prendió fuego. Al mismo tiempo, nos deja ver pequeños retazos de este grupo de mujeres y varones que buscan salvar a las víctimas de la violencia (como son los casos de Mabel y Elsa, en relación a sus trabajos como empleadas en casas de familia). A cada paso, Gabriela nos va contando cómo funciona AAYUN y, a la vez, cómo va mejorando su vida y las de otras víctimas. También conocemos nuevos personajes, cuyas voces nos acercan nuevas historias. 

    A medida que vamos leyendo, este libro nos entusiasma en forma constante con su mensaje: la posibilidad de salir, de ser diferentes y de aislar a las personas violentas.



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    fui yo, pero mi familia, mis amigas, mis maestras, mis… todas las mujeres que me rodearon desde el nacimiento colaboraron en ese permiso. No estaba sola cuando bajé la cabeza, no estaba decidiendo desde mi persona, sino desde mi cultura. En AAYUN intentan permanentemente que trabaje con lo sucedido. Hoy estoy triste por permitir lo que permití. 

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