Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
En el barrio nadie es quien parece ser: están, pero no son. Las historias develan una infinidad de mundos interiores complejos y solapados en una única realidad exterior que les es ajena o alienante. Todos conviven, se saludan, se observan, pero en la soledad de la intimidad o el silencio de sus pensamientos todos son monstruos, héroes o seres indefensos. Desde lo crudo y lo real, pasando por lo fantástico y el microrrelato, la autora nos deja espiar lo más profundo de personajes periféricos tan diversos como fascinantes.
Leandro siente que el corazón le late tan fuerte
que le aporrea las sienes,
tiene todos los sentidos amplificados: huele todo,
oye todo, ve todo.
La sargento le hace señas para que se ubique
y cubra unos compañeros.
Asiente levemente con la cabeza y se ubica.
Sus compañeros avanzan y, antes de poder decir las palabras que los habilitan a irrumpir,
se oye un disparo y empieza una balacera.
Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
En el barrio nadie es quien parece ser: están, pero no son. Las historias develan una infinidad de mundos interiores complejos y solapados en una única realidad exterior que les es ajena o alienante. Todos conviven, se saludan, se observan, pero en la soledad de la intimidad o el silencio de sus pensamientos todos son monstruos, héroes o seres indefensos. Desde lo crudo y lo real, pasando por lo fantástico y el microrrelato, la autora nos deja espiar lo más profundo de personajes periféricos tan diversos como fascinantes.
Leandro siente que el corazón le late tan fuerte
que le aporrea las sienes,
tiene todos los sentidos amplificados: huele todo,
oye todo, ve todo.
La sargento le hace señas para que se ubique
y cubra unos compañeros.
Asiente levemente con la cabeza y se ubica.
Sus compañeros avanzan y, antes de poder decir las palabras que los habilitan a irrumpir,
se oye un disparo y empieza una balacera.